jueves, 8 de marzo de 2012

TAL DIA COMO HOY

Sábado, 8 de marzo de 1862
BUITRES Y COMBATES ENTRE PESOS PESADOS
 
Teatro  Occidental, la batalla de Pea Ridge, Ark, llegó a su fin, con las fuerzas confederadas en retirada. Un hombre,el Gen. Curtis, escribió a su hermano "la escena es silenciosa y triste--el buitre y el lobo ahora tienen el dominio y los enemigos y amigos muertos duermen en la misma tumba solitaria."

Samuel Ryan Curtis
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BATALLA DE HAMPTON ROADS

La batalla comenzó en la mañana del 8 de Marzo de 1862 cuando el “CSS Virginia” encendió sus calderas. Masas de curiosos lo despedían con gritos de ánimo desde los muelles de Norfolk y desde los más lejanos de Portsmouth, admirando su extraño aspecto. Alguien lo describió como “una especie de caimán mecánico”, y no contribuía a mejorarlo el que la tripulación, no fiandose siquiera de las planchas de blindaje de 4 pulgadas, lo hubiese recubierto con piezas de manteca de cerdo, esperando que éstas hicieran resbalar los proyectiles enemigos.

Su objetivo era expulsar a la navegación federal de las Hampton Roads, que era precisamente la principal base del Escuadrón de Bloqueo del Flag Officer Louis M. Goldsborough, por lo que habría de esperar fuerte oposición. El propio Goldsborough estaba en su “USS Philadelphia” en North Carolina, donde se preparaban nuevas operaciones anfibias, pero tras él había quedado una división de buques pesados mandada por el Capitán Marston.

Marston contaba con dos grandes cruceros a vapor, los “USS Minnesota” y “USS Roanoke”, en el que alzaba su insignia, de 24 cañones pesados y gemelos del “USS Merrimack” original. Y además con dos potentes fragatas, la “USS Congress” de 50 cañones y la más moderna “USS Cumberland” con 24 cañones pero de mayor calibre. Además la antigua “50 cañones” “USS Saint Lawrence”, ahora dotada de 12 cañones superpesados y que acababa de recalar para reaprovisionarse y recibir reparaciones menores, también estaba a disposición del unionista.

Si bien no esperaban una salida tan pronta, los unionistas sabían que el “CSS Virginia” iba a ser operativo pronto, por lo que antes de partir Goldsborough había dejado a Marston una serie de directrices. Cada buque pesado debía tener fondeado junto a él, día y noche, un remolcador con las calderas encendidas. Así lo vapores podrían ser sacados del puerto mientras sus propias calderas eran encendidas y cogían presión, y los veleros no dependerían del viento para dejar sus fondeaderos. Y la flotilla, que de esta forma podría hacerse a la mar en un tiempo no demasiado largo, se agruparía una vez fuera para actuar en conjunto.

Pero eran instrucciones engorrosas, el peligro no parecía inminente y Marston no las había seguido. Además y como conocían la no muy brillante ejecutoria del acorazado enemigo “CSS Manassas” en las bocas del Mississippi del Otoño anterior. Los marinos unionistas tenían demasiado poco respeto por el “CSS Virginia”, y esperaban cubrirse de gloria combatiéndolo. Así que su salida fue un extraño espectáculo.

Nada estaba preparado y nadie esperaba a nadie, de forma que cada cual y en condiciones muy variadas, competía por llegar el primero ante el enemigo. Los cruceros y la “USS Saint Lawrence” estaban fondeados en Hampton, al abrigo del viento pero sin un mal remolcador a mano, y hubo auténticas riñas entre ellos para conseguir uno.

Las fragatas, fondeadas en Newport News, se encontraban en mitad del zafarrancho de limpieza general del sábado y por tanto con las cubiertas llenas de ropa recién lavada y tendida a secar. Pero tenían una buena brisa y aprovecharon para despejar cubiertas y en un abrir y cerrar de ojos zarparon de inmediato. El Capitan Radford de la fragata “USS Cumberland”, que asistía a un consejo de guerra a bordo del “USS Roanoke” en Hampton, salió a escape, saltó sobre un caballo y batió records de velocidad para llegar a Newport News, sólo para encontrarse en el muelle pues su buque ya había zarpado al mando del Tte. Comandante G.A Morris.

El “CSS Virginia” que saliendo del Río Elizabeth acompañado por el “CSS Raleigh” y el “CSS Beauford” se encontraba ya a la altura de de Hampton Roads en donde se les unieron la Escuadrilla del Río James compuesta por los buques “CSS Patrick Henry”, “CSS Jamestown” y CSS Teaser”. La primera baja de la batalla fue el “Patrick Henry” que recibió un impacto en su caldera que causó cuatro muertos. El disparo provenía de las baterias unionistas de Newport News, pero no incapacitaron al buque confederado definitivamente y tras unas reparaciones de urgencia se uniría a la batalla que acababa de comenzar.

Las fragatas estaban fuera de puerto antes de que los cruceros comenzaran a moverse en cuanto vieron acercarse al acorazado confederado pero esa urgencia les llevó directamente a terminar encalladas quedando la “USS Saint Lawrence” y “USS Roanoke” totalmente fuera de la batalla. Y la misma “USS Cumberland”, de construcción mucho más moderna que la “USS Congress”, (veterana de las guerras napoleónicas), se adelantó demasiado.

Esta desorganización fue rápidamente aprovechada por el “CSS Virginia” que puso rumbo directo contra la desperdigada escuadrilla unionista. El primer contacto lo realizó el “USS Zouave” que disparó sobre el “CSS Beaufort”, el cual contestó aunque sin ningún efecto.

Mientras el acorazado confederado se había aproximado al “USS Cumberland” y aunque recibió fuego por parte de éste y del “USS Congress” sus balas rebotaron en el blindaje. Con 11 piezas de 9 pulgadas en cada batería lateral, y 2 de caza orientables de 10 pulgadas, la fragata abrió fuego a distancia y saludó con una andanada completa al “CSS Virginia” al cruzarse con él pero sin resultados. Luego, como el “CSS Virginia” evolucionaba para repetir los cruces a más corta distancia, aceptó el reto esperando que la proximidad hiciese más efectivos sus disparos. Pero tras cinco andanadas más, realizadas cada vez a menor distancia, tampoco causaron efecto aparente.

Mientras, el confederado sólo había hecho unos pocos disparos con su “100 libras” de proa, y lanzado una andanada, uno de cuyos proyectiles desmontó un “9 pulgadas” matando a todos sus servidores menos a uno. Los unionistas llegaron a creer que estaba jactándose de su invulnerabilidad, pero lo más probable es que, con la variopinta dotación y mal entrenada, esa fuese su cadencia máxima de fuego. Después, suficietemente próximo y al parecer harto del juego, el “CSS Virginia” evolucionó “como un cocodrilo entre dos aguas”, y espoloneó a las 3 de la tarde el flanco de la fragata, abriendo una enorme vía de agua y las aguas rápidamente se adueñaron del buque mientras “disparaba gallardamente sus cañones que fueron engullidos por las aguas” según palabras del propio Buchanan.

Había mucho “marino de agua dulce” en la tripulación confederada y uno de ellos, creyendo que el “USS Cumberland” se iba a hundir de inmediato y no queriendo perderse el espectáculo, asomó entonces medio cuerpo por una trampilla, siendo partido en dos por un cañonazo.Este incidente pareció aguijonear la moral de la dotación unionista, que redobló el fuego. Pero el veterano Buchanan aprovechó la falta de movilidad de la “USS Cumberland” para ocupar una posición desde la que podía cañonearla a placer sin mucho riesgo, apresurando su hundimiento siendo el fondo de sólo 54 pies de profundidad, quedaban asomando parte de sus mástiles.Al fondo del río el buque fue acompañado por 121 hombres de su dotación de 376, a los que debemos sumar posteriormente a los 29 heridos supervivientes.

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Hundimiento del “USS Cumberland”

Pero no todo fue perfecto en el buque confederado. Debido al choque el “CSS Virginia” estuvo a punto de irse a pique pues el espolón había penetrado demasiado en el buque unionista y uno de los anclas se enganchó al espolón, por lo que aunque logró librarse sufrió la pérdida del espolón.

A la vez, la desordenada salida de la flotilla de Marston acababa en desastre. Los cruceros, aún a remolque, fueron a meterse en el campo de tiro de la batería de costa confederada de Sewell’s Point al buscar un atajo. El “USS Minnesota”, que ya tenía presión y al que uno de los primeros cañonazos había arrancado un mástil, dejó los remolcadores y maniobró bajo potencia propia alejandose de la batería, pero quedando clavado en un bajío de fango.

El “USS Roanoke”, aún arrastrado por dos remolcadores, varó también al huir aunque no tan profundamente. Los remolcadores lo desencallaron con facilidad, pero su maquinaria por algún motivo misterioso siempre más problemática que la de sus gemelos “USS Minnesota” y “USS Merrimack”, aprovechó la oportunidad para averiarse y hubo de ser remolcado de vuelta a puerto.

El “USS Saint Lawrence”, salido de Hampton tras ellos y con sólo un remolcador, les estaba siguiendo cuando vió lo que ocurría y tratando de evitarlo embarrancó a su vez, que aunque no era en forma difícil ni peligrosa, era mu complicada de solucionar por un solo remolcador. Quedó así sola la “USS Congress” que, con cañones más ligeros que la desafortunada “USS Cumberland”, no tenía obviamente oportunidad alguna ante el “CSS Virginia”.

Con la primera presa ya anotada en su haber, hacia las 3:30 de la tarde Buchanan dirigió a su “CSS Virginia” contra la siguiente presa y esta no era otra que la “USS Congress”. El Tte. Joseph B. Smith al mando del buque y viendo el trágico final de su compañera sólo encontró una salida, buscar aguas menos profundas bien para alejarse del acorazado confederado o que acabase enbarrancando no pensaba sino en salvarla, se había procurado los servicios de un remolcador y con el velamen arriado se estaba haciendo remolcar por un estrecho canal entre bancos de fango, tratando de ponerse fuera del alcance del “CSS Virginia” que era de mayor calado. Pero las horas estaban contadas. La Escuadrilla del James River dirigida por John Randolph Tucker llegaba junto al “CSS Virginia” y se lanzaban al combate contra el buque yankee. Pero acabó quedando atrapada, inmóvil en un pasaje, y Buchanan logró colocar su buque atravesado y a 150 yardas de su popa, barriéndola con proyectiles de espoleta retardada que explotaban tras penetrar por la popa. Para las 4 de la tarde, el Tte. Simth había muerto y el pabellón de la fragata había sido arriado.

Durante una hora la “USS Congress” se defendió con uñas y dientes, pero la desigualdad era evidente y el buque se rindió.La rendición del “USS Congress” se vió interrumpida porque, cuando el vapor sureño “CSS Beaufort” se puso a su lado para recoger a la dotación unionista, una batería disparó contra él desde tierra y Buchanan, creyendo que los disparos venían de la misma “USS Congress”, reanudó el bombardeo que pronto la envolvió en llamas. El buque ardió en llamas el resto del día y hacia la medianoche la santabárbara fue alcanzada por las llamas llegando la irremisible explosión y el hundimiento del buque. En ella y sobre 434 tripulantes, 100 habían muerto y 20 pasado como prisioneros al vapor confederado “CSS Beaufort”. Y el “USS Minnesota” tuvo 3 muertos y 16 heridos, sumando la flota nordista 244 bajas absolutas por sólo 6 entre los confederados, que había tenido 2 muertos y 8 heridos (entre estos el propio Buchanan) en el “CSS Virginia” y 4 muertos y 20 heridos entre la dotación de los vapores.

Después se puso de nuevo en marcha, poniendo proa al inmovilizado “USS Minnesota”. Este había intentado ponerse a flote con la ayuda de un remolcador, no lograndolo porque la marea estaba bajando y había tenido que defenderse de la flotilla de Tucker que lo acosaba aprovechando su inmovilidad, para buscar ángulos de tiro en que a sus artilleros les fuese difícil responder. Pero al fin uno de sus disparos alcanzó de lleno al “CSS Patrick Henry”, perforando una de sus calderas y causándole 7 bajas, ante lo que Tucker cedió apartando a sus cañoneros.

El “USS Saint Lawrence”, que en tanto había desembarrancado y embarrancado de nuevo un par de veces, trató de ayudar disparando de lejos. Pero el “CSS Virginia” parecía inmune a sus pesados proyectiles y respondía con el “100 libras” de proa, manejado por sus mejores artilleros. Cuando un proyectil cónico alcanzó al “Saint Lawrence” desde media milla, casi atravesándolo de parte a parte y rebotando en una viga estructural de hierro, rehaciendo la mitad del camino de vuelta. La fragata unionista se hizo remolcar prudentemente a puerto.

El “USS Minnesota” que se encontraba sentenciado fue sin embargo salvado por dos factores. Primero que la marea continuaba bajando, lo cual le dejaba aún más en seco, provocó que el “CSS Virginia”, de obra viva originalmente igual a la suya pero más hundida debido al sobrepeso del blindaje y el espolón, no se le podiese acercar lo suficiente, por lo que le cañoneó a distancia. El segundo factor fue que la noche comenzaba a caer, eran las 5 de la tarde, por lo que con apenas una hora y media más de luz diurna, los confederados no querían apurar para no arriesgar a su solitario campeón a quedar varado en el regreso a puerto. Así que el “CSS Virginia” rompió contacto sobre las 6 de la tarde, volviendo a la protección de las baterías confederadas de Sewell’s Point mientras Tucker enfilaba de vuelta a la boca del río James.

El telégrafo chismorreó toda la noche, y al día siguiente el mundo entero especulaba sobre las consecuencias de la aparición del “CSS Virginia”. Pero era en vano, pues en aquellos mismos momentos comenzaba el segundo “round” de aquella extraña batalla. En efecto, en la noche del 8 de marzo había alcanzado las Hampton Roads el campeón blindado del Norte.

Destinado en principio a proteger a las flotas de la Unión de los “ram” confederados, el “USS Monitor” estaba ya haciendo sus pruebas de mar cuando comenzó el traslado de tropas a la Península de Yorktown. Enseguida se le envió allí bajo el mando del veterano Tte. Comandante John Lorimer Worden y, aunque entretenido de camino por una tempestad en la que casi naufraga, (era escasamente marinero), el “USS Monitor” llegó a las Hampton Roads, como ya apuntamos, la noche del día 8 usando su menor calado para ir a fondear junto al varado “USS Minnesota”.

Buchanan, herido y ascendido a Comodoro, fue sustituido para su salida a la navegación el día 9 por el Tte. Comandante Catesby R. Jones, que llevó el “ram” dando un rodeo ante las baterías de Fort Monroe, cuyos disparos resistió sin problemas, con la intención de aproximarse al “USS Minnesota” siguiendo el mismo canal que usara aquél la víspera. Pero al acercarse al crucero varado, la “sorpresa” preparada por los federales se presentaba ante sus ojos, se encontraba enfrentado por el “USS Monitor”.

Ambos acorazados se cañonearon a bocajarro sin consecuencias. En el “USS Monitor”, 9 proyectiles hicieron mellas visibles en el espeso blindaje de la torre. Unicamente y como para poder evitar su pérdida, las cabezas de los remaches de unión habían sido dejados por dentro. Esto provocaba que las situadas en el punto de impacto saltaran violentamente, causando molestias y algunas heridas leves a los artilleros. (De aquel combate se obtuvo la lección de dejar siempre las cabezas de los remaches por fuera de los blindajes). Respecto al “CSS Virginia”, los brutales impactos de los proyectiles de 11 pulgadas llegaron a agrietar sus planchas, pero sin perforarlas ni hundirlas.

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“Duelo de acorazados”

Hubiesen sido más eficaces piezas rayadas de retrocarga, que además hubieran ahorrado mucho volumen y peso a la superestructura, al no tener que habilitar espacio para tener que introducir el cañón entero tras cada disparo. Pero aún eran muy proclives a explosiones de la recámara, razón por la que Ericcson no quiso que un accidente de tal tipo dentro de la torre dejara inerte su “USS Monitor”.Otra lección aprendida en este combate por los confederados fue la necesidad de mantener a bordo munición perforante, en el caso de enfrentarse a buques blindados. Tampoco los unionistas habían hecho bien sus deberes, el “USS Monitor” tenía una carga de pólvora de sólo 15 libras (6,8 kgs) lo que restaba capacidad de penetración a sus proyectiles. Posteriormente se realizaron pruebas de esfuerzo a los cañones Dahlgren y se comprobó que soportaban perfectamente una carga de munición de 30 libras (14 kgs).

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El unionista atacó también al espolón, aunque su poca masa, la falta de un verdadero espolón y la dificultad de tomar velocidad entre fondos traicioneros, le impideron lograr resultados. El “CSS Virginia” decidió después ignorarlo y atacar al “USS Minnesota”, que como el día anterior era ya acosado por los “CSS Jamestown” y “CSS Patrick Henry”, que habían tocado seriamente al remolcador “USS Dragon” situado a su lado.

Al poco del inicio del acoso, uno de los proyectiles perforó la línea de flotación del “USS Minnesota”, otro hundió cuatro mamparos y causó un incendio, pero acto seguido el “USS Monitor” volvió a llamar su atención al espolonearle de nuevo. Finalmente, ambos acorazados acabaron saliendo de los canales, disparándose a bocajarro y atacándose con el espolón en aguas profundas.

A la altura del mediodía, un disparo confederado derrumbó la timonera del “USS Monitor”, que era eclipsable, causando una conmoción a Worden, que además recibió esquirlas y suciedad en los ojos junto a dos de sus hombres. El segundo al mando del buque unionista, Tte. Samuel Dana Greene, decidió romper contacto con el “CSS Virginia” para poder evaluar los daños. Ante esta situación, el oficial al mando confederado Jones, harto de la aventura, decidió interpretar que esa maniobra le otorgaba la victoria del combate, su intención era ocuparse finalmente del “USS Minnesota” pero la marea estaba bajando y ante el riesgo de encallar éste quedaba fuera de su alcance y retornó al puerto de Norfolk con los vapores de Tucker. Por su parte Greene una vez que había comprobado la operatividad del acorazado unionista, decidió volver en busca del confederado. Pero al verlo navegando a puerto pensó que estaba “herido” y renunciaba al combate, y puesto que las órdenes eran proteger el “USS Minnesota” sin arriesgar el buque lo dejó alejarse sin intentar perseguirlo. Ante esta interpretación del contrario, ambos bandos se otorgaron la victoria sobre el rival.

Por parte confederada el Secretario de Marina, Stephen Mallory escribió un informe al Presidente Davis ensalzando el valor de la tripulación y lo acertado del diseño del buque, calificando la acción como “la victoria más notable que se hubiese registrado en los anales navales”. Al mismo tiempo en Washington se consideraba que la victoria había sido suya, y Worden y sus hombres recibirían las Gracias del Congreso:

“Resolved . . . That the thanks of Congress and the American people are due and are hereby tendered to Lieutenant J. L. Worden, of the United States Navy, and to the officers and men of the ironclad gunboat Monitor, under his command, for the skill and gallantry exhibited by them in the remarkable battle between the Monitor and the rebel ironclad steamer Merrimack.”

Pero si los unionistas habían tenido esas 3 bajas en el “USS Monitor”, y 7 muertos y 29 heridos entre el “USS Minnesota” y el “USS Dragon”, los confederados tenían al “CSS Virginia” bien tocado.

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Catesby Ap Jones, CSNavy

Este primer combate entre acorazados de la historia se saldó con tablas, pero a pesar de tan espectacular inicio el final sería menos glorioso para ambos buques. El “CSS Virginia”debió permanecer durante casi un mes en dique seco para reparar los daños sufridos en la batalla, además de algunas modificaciones de mejora. Con su capitán, Buchanan, aún convaleciente se esperaba que en el puesto fuese confirmado Catesby Ap Jones a la vista del buen trabajo realizado durante la batalla. Pero de nuevo fue relegado ante el sistema de promociones de la CSNavy, el puesto fue otorgado al Comodoro Josiah Tattnall. Al mismo tiempo entre los unionistas se producía un suceso similar, y Samuel Dana Greene fue considerado demasiado inexperto para mandar el “USS Monitor”, siendo nombrado en el puesto el Tte. Thomas O. Selfridge que dos días más tarde sería sustituido por el Tte. William Nicholson Jeffers.

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Samuel D. Greene, USNavy

Pero la resolución de esta batalla inconclusa nunca iba a resolverse. Ambos bandos se dedicaron a vigilarse y evitar un combate en condiciones desfavorables. Además por parte de la Unión había órdenes expresas de no arriesgar el buque bajo ninguna circunstancia. Además por mucho que en la capital federal se anunciase la victoria, lo cierto es que esta “Batalla Naval de Hampton Roads” le había salido muy cara a la Unión.

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Los acontecimientos que se sucederían a continuación en la guerra marcarían el trágico final para ambos buques. El “CSS Virginia” permaneció en su base de Norfolk pero cuando la Unión comenzó su Campaña de la Península a finales de la primavera el acorazado se quedó sin un puerto adecuado para su calado y ante la imposibilidad de disponer de uno, hubo de ser destruido para evitar su captura por parte de los unionistas.

El “USS Monitor” correría una suerte similar, pues los avatares de la guerra hicieron necesaria su presencia en las costas de North Carolina en las Navidades de 1862. Estaría bajo el mando del Comandante John P. Bankhead y cuando estaba realizando la travesía en un mar embravecido y con su escasa capacidad marinera, el buque se inundó inutilizando sus calderas y siendo finalmente engullido por las aguas a la altura de Cabo Hatteras, North Carolina, el 31 de Diciembre de 1862. Un trágico y triste final para estos “Titanes” de los mares.

La victoria, esa suerte tan anelada y proclamada a los cuatro vientos por ambos bandos en Hampton Roads lo cierto es que no fue para ninguno. A primera vista está claro que la Confederación había infligido una derrota contundente sobre las aguas de esta batalla naval. Pero no suponía más que un pequeño logro ante la abrumadora superioridad en números y calidad de la USNavy frente a la naciente CSNavy y su precaria capacidad de reclutamiento y capacidad productiva.

Pero lo que pretendía lograr a largo plazo por el Secretario de Marina confederado, Stephen Mallory, era una utopía. La Confederación no tenía medios para construir los suficientes buques de al menos la capacidad ofensiva del “CSS Virginia”, pues incluso este buque pudo ser construido gracias al material requisado de los almacenes federales. Y además el tiempo corría en su contra, los recursos iban a empezar a escasear y el bloqueo comenzaría a dar sus frutos.


Agradecimiento por datos tan certeros a :

EL GRAN CAPITAN,PORTAL DE HISTORIA MILITAR

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